Debí decirle que me visitara en sueños mientras estuviera ausente de sí mismo, de mi, de todo y todos.
Debí decirle que extrañaría sus charlas, sus historias, sus palabras, la manera en que leía, su voz.
Pero todo lo que pude decir en ese momento fue "bueno chao" como todas las veces que alguien se despide de mi.
Ahora que el poco de calma reciente se ha ido, supongo que será esperar a que vuelva.
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