jueves, 15 de septiembre de 2011

The one...

Amaba el momento en el que sus ojos se encontraban con los mios y veía de nuevo esa expresión en su rostro.

Él era capaz de mostrarme nuevos mundos, de descubrir realidades veladas a los ojos de otros, podía darme el mundo, su mundo, con sólo una sonrisa. ¿Qué amaba de él? Amaba todo y nada a la vez, sus ojos, sus labios, su cuerpo, su cabello, su picardía infantil, su independencia, su necesidad, su alegría, su pasión, su dolor.  Su ausencia.

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