sábado, 6 de agosto de 2011

"La insoportable levedad del ser"

Lloré. Lloré por Tomás, por Teresa, por Sabina, por Franz, por la corneja. Lloré porque me di cuenta de que todos y cada uno de ellos tienen algo de mi y a de igual forma yo tengo algo de ellos.
Lloré porque me di cuenta de que lo que siempre me ha preocupado es eso: La insoportable levedad del ser.
Ahora que lo sé, buscaré algo de peso.


1 comentario:

jcrojasro. dijo...

Es curioso, todos somos iguales, hombres inhumanos que simplemente quieren ver a docenas de mujeres en una piscina, sin vida, sin alma, y lo peor, sin peso...