Es triste, muy triste, cuando lo bello se contamina, cuando lo perfecto deja de serlo y se marchita todo por un pequeño atisbo de 'realidad'.
Es triste cuando lo perfecto se difumina entre sombras pasadas, cuando lo hermoso pierde una parte de su brillo y no es posible recuperarlo.
Es triste cuando todo pierde su forma y ya no queda otra cosa diferente a una silueta opaca, todo queda reducido a vestigios de lo que fue. Cuando se corrompe lo que fue, ya no será. Eso es así de simple.